Por qué una diadema para conmociones cerebrales sigue siendo importante para los golpes “leves” en la cabeza
Jun 6, 2022
Los golpes menores en la cabeza, también conocidos como golpes subconmocionales, pueden dañar el cerebro más de lo que se pensaba. Las investigaciones han demostrado que la encefalopatía traumática crónica (CTE) se debe a miles de pequeños golpes en la cabeza en lugar de conmociones cerebrales.
Estos hallazgos resaltan la importancia de tomar en serio incluso los impactos “pequeños” en la cabeza y nunca tener una actitud despreocupada o indiferente ante los traumatismos craneales más leves. Esta publicación analizará esta investigación y por qué los hallazgos hacen que el uso de una diadema para conmociones cerebrales sea vital.
Una investigación sugiere que los golpes sin conmoción provocan CTE, no conmociones cerebrales
Un estudio publicado en la revista de investigación Brain encontró que los golpes más fuertes no fueron necesariamente los que causaron la CTE. Los investigadores encontraron que hasta el 20% de las personas diagnosticadas con este terrible y progresivamente fatal trastorno nunca han sufrido una conmoción cerebral.
Los investigadores examinaron cuatro cerebros post mortem de atletas adolescentes que sufrieron repetidos impactos en la cabeza, 1, 2, 10 y 128 días antes de su muerte. Hubo una amplia gama de signos postraumáticos, uno de los cuales mostró signos tempranos de CTE y dos mostraron cantidades anormales de proteína tau (más sobre esto a continuación).
Los investigadores realizaron pruebas en modelos de ratones utilizando mecanismos repetidos de lesión por impacto con la cabeza cerrada y exposición a explosiones (conmoción cerebral). Su objetivo era comprender su relación causal con el desarrollo de CTE.
Utilizando un escáner cerebral especializado llamado resonancia magnética dinámica con contraste mejorado (DCE-MRI), los investigadores encontraron sorprendentes similitudes entre los adolescentes lesionados y los ratones en el grupo de impacto repetido con la cabeza cerrada. El grupo de exposición a explosiones (conmoción cerebral) no mostró ningún signo de CTE, lo que sugiere que impactos menores repetitivos pueden causar patología relacionada con CTE en lugar de conmociones cerebrales.
Estos resultados se alinean con otros estudios realizados en los últimos años.
Una mirada a los golpes subconmocionales
Un estudio de investigación de 2018 realizado por la Universidad de Columbia Británica, los investigadores encontraron que los jugadores que cabeceaban el balón más de 40 veces tenían mayores proteínas degenerativas del cerebro. Ese es un recordatorio clave de que estos jugadores no sufrieron conmociones cerebrales, sólo repetidos impactos en la cabeza.
Los investigadores identificaron dos proteínas, tau y neurofilamento ligero (NF-L). Estas proteínas están implicadas en el desarrollo de trastornos neurodegenerativos como la demencia, la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple.
Los investigadores compararon los niveles de estas proteínas el día que los jugadores cabecearon el balón con los días que no lo hicieron. Los niveles de estas proteínas degenerantes del cerebro eran significativamente más altos en los días en que cabeceaban el balón.
Aún más interesante (y preocupante) es que los jugadores que cabecearon repetidamente el balón mostraron niveles elevados de estas proteínas un mes después. También eran más propensos a informar efectos cognitivos como dolores de cabeza, mareos y confusión.
Conclusiones de estos estudios sobre las conmociones cerebrales en el fútbol
Si recuerda el estudio que mencionamos anteriormente, dos de cada cuatro cerebros estudiados también demostraron niveles elevados de proteína tau. Eso no quiere decir que las conmociones cerebrales tampoco puedan elevar estas proteínas, ya que otras investigaciones han demostrado que incluso una lesión en la cabeza puede provocar la presentación de tau. Pero parece que es más probable que los golpes menores repetitivos provoquen CTE.
Estos hallazgos se correlacionan con el destino de muchos jugadores de fútbol que murieron prematuramente. A jugadores como Jeff Astle y la estrella brasileña Bellini se les diagnosticó póstumamente CTE, y más de 250 jugadores han sufrido enfermedades neurodegenerativas en sus últimos años. ¿El vínculo común? Muchos de ellos eran prolíficos cabezazos o recibían con frecuencia golpes en la cabeza.
El uso de una diadema para conmociones cerebrales en el fútbol puede reducir el trauma repetitivo
En última instancia, estos hallazgos muestran la importancia de la prevención de las conmociones cerebrales en el fútbol. No es algo que se pueda dar por sentado. De manera realista, la mayoría de los impactos en la cabeza, ya sean leves o graves, no provocarán discapacidad o lesiones a largo plazo. Sin embargo, existe un riesgo elevado de efectos a largo plazo para algunos jugadores. La edad, el sexo y la genética pueden aumentar su riesgo, lo que hace que la prevención de lesiones en la cabeza sea imprescindible.
La primera línea de defensa contra los impactos en la cabeza es una diadema para conmociones cerebrales de fútbol. No pueden prevenir todas las conmociones cerebrales e impactos en la cabeza, pero pueden reducir los efectos de los graves y ofrecer una excelente protección contra golpes repetitivos. El material de los cascos de fútbol actúa como un cojín, absorbiendo el impacto y redirigiendo la fuerza desde el cráneo.
Nuestro protector de cabeza Storelli ExoShield demostró la capacidad de reducir las conmociones cerebrales en un 84% en un estudio de Virginia Tech. Tenga en cuenta que esos fueron impactos duros. Los golpes subconmocionales tienen mucho menos impacto, por lo que usar una diadema para conmociones cerebrales podría proteger aún más el cerebro de golpes repetitivos.
Un golpe leve no es nada de qué burlarse
A medida que surgen más investigaciones, queda claro que los golpes leves en la cabeza pueden tener consecuencias graves en el futuro. Pero incluso si los hallazgos son preocupantes, son más esclarecedores y empoderadores.
Con este conocimiento, los entrenadores, jugadores y padres pueden tomar más precauciones para mantenerse seguros, especialmente al cabecear el balón. Usar una diadema para conmociones cerebrales de fútbol es un excelente lugar para comenzar. Practicar una técnica de cabezazo adecuada y la conciencia visual también puede ayudar a los jugadores a evitar demasiados impactos.
En el fútbol, como ocurre con muchos deportes, menos golpes en la cabeza en el mejor momento de la vida pueden significar menos problemas a largo plazo en el futuro.
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