Juventud: Cómo ha afectado el COVID-19 al fútbol juvenil en todo el mundo

*Este artículo es parte de una serie educativa para padres de fútbol y jugadores nuevos en el fútbol*

La COVID-19 ha provocado un cambio monumental en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Con los negocios y las escuelas cerrados, las instalaciones cerradas y el virus arrasando Estados Unidos y Canadá, la mayoría de los jugadores de fútbol jóvenes se encuentran en la banca durante toda la temporada. Muchos jugadores y padres se preguntan qué efecto tendrán estas cancelaciones en su amado juego.

Esta publicación analizará algunos de los efectos de la pandemia mundial en el fútbol juvenil y examinará cómo la pandemia podría cambiar el juego en el futuro previsible.

Riesgos del COVID-19

El COVID-19 se está propagando por América del Norte y todos en el mundo del fútbol deben tomar precauciones para evitar una mayor propagación. Toronto, Canadá, se encuentra actualmente bloqueado, con todos los negocios y servicios urbanos no esenciales cerrados. El impacto de estos cierres en los deportes, especialmente en los deportes de equipo como el fútbol juvenil, ha sido devastador.

Algunas ciudades estadounidenses y canadienses aliviaron las restricciones en el otoño y permitieron que los equipos y jugadores deportivos reanudaran las prácticas y los partidos. La mayoría exigió que los equipos tuvieran planes de reducción de riesgos para limitar la transmisión del virus.

Mucha gente se preguntó por qué era seguro que algunos equipos jugaran en ciertos lugares y que otras áreas tuvieran protocolos que restringieran los juegos y prácticas. Esta inconsistencia en la política ha hecho que sea muy frustrante para los padres y los jugadores, quienes quieren volver a jugar su juego favorito.

Beneficios de los deportes organizados

Los beneficios de los deportes organizados, incluido el fútbol juvenil, están bien documentados. La mejora de la condición física, la salud mental y las habilidades sociales son parte del juego. Esto hace que la cancelación de deportes sea aún más difícil de aceptar, ya que estos beneficios se necesitan desesperadamente en este momento estresante.

Debido a que es más probable que el COVID se propague en interiores a un grupo de personas en áreas cerradas, algunos expertos dicen que los deportes de equipo al aire libre, con precauciones, podrían ser una forma relativamente segura de hacer ejercicio y mejorar la salud psicológica.

Riesgo de COVID-19 en el fútbol

Un estudio reciente realizado por Wisconsin Public Health y la Universidad de Wisconsin analizó el regreso a jugar de los equipos de fútbol juvenil en los EE. UU. este verano y la incidencia de COVID-19. Descubrieron que la tasa de COVID-19 entre los jugadores de fútbol juveniles era baja en comparación con la incidencia de COVID-19 en los jóvenes de la población general de EE. UU.

De los 282 casos positivos reportados entre jugadores, sólo uno se atribuyó a la transmisión durante las actividades futbolísticas. El estudio también dijo que todos los clubes de fútbol juvenil encuestados informaron haber implementado procedimientos de reducción de riesgos.

Cambios en juego

En otoño, muchos equipos comenzaron a adoptar protocolos de seguridad para limitar la transmisión del virus.

El objetivo era considerar la distancia entre los participantes, permanecer al aire libre (el exterior es más seguro que el interior) y evitar la exposición cara a cara.

Algunos de estos cambios incluyen pedir a los jugadores que se pongan los uniformes en casa para evitar espacios reducidos en los vestuarios interiores. Otros han establecido reglas estrictas de no contacto, grupos más pequeños y protocolos de autoexamen, limpieza y distanciamiento, incluso colocando botellas de agua a dos metros de distancia.

Lo más significativo es que muchos equipos juveniles de fútbol recreativo, incluidos los de Ottawa, Canadá, han cambiado a una actividad más centrada en las habilidades que permite hacer ejercicio y mantener la distancia, en lugar de jugar.